Finalmente, tras la maravillosa experiencia de la semifinal de Famelab, tuvimos unas cuantas jornadas más de convivencia y aprendizaje, incluyendo la genial Masterclass de James Piercy, un conocido especialista en comunicación científica con un CV envidiable. Y tras ella, el momento más esperado, la FINAL.
Hace tiempo que, para mi, Famelab dejó de ser un concurso para pasar a ser una experiencia vital, en la que he conocido gente maravillosa, he aprendido muchísimo sobre ciencia y comunicación, y sobre todo, me lo he pasado genial. Y ha brindado oportunidades únicas, como esta gala final de Famelab en la mítica Sala Galileo, presentada por Ana Morgade, y a la que incluso asistieron los Reyes de España. Y mi abuelo, que ya es mucho decir.
Y este es el monólogo con el que me lucí (más o menos) frente a tan insigne públco:
No fue tan potente (para mi gusto) como el primero, pero me divertí mucho haciéndolo y aprendí bastante. Finalmente, el ganador fue aplastantemente el grandísimo Juan Margalef, seguidos por Raquel Medialdea e Ignacio Crespo (al que recomiendo seguir, ya que tiene una larga trayectoria en divulgación, y con todo esto va a ir a muuucho más). Premios muy merecidos, como los merecían todos y cada uno.
Y pa muestra, una de las fotos que más transmite el espíritu que nos ha contagiado este Famelab:
¡Mil gracias a todos!