Ya de vuelta en Granada, sólo tengo agradecimiento y alegría por la experiencia única de haber trabajado tres meses en la Universidad de Cambridge. No solo en lo que aporta a cualquier investigador estar en la quinta mejor universidad del mundo, sino conocer la cultura y las gentes, y para uno que nunca se fue de Erasmus, la experiencia de vivir muy lejos de tu casa durante un periodo largo de tiempo.
Sólo puedo agradecer a Juan Manuel Gorriz y Javier Ramírez -junto con la financiación del vicerrectorado de internacionales de la UGR- la oportunidad de irme tres meses a trabajar con uno de los peces gordos de la psiquiatría: John Suckling. Allí, he conocido a un montón de gente nueva y tremendamente interesante: Meng-Chuan, con el que todavía nos queda mucho trabajo que hacer, Gonzalo Arrondo -que me dio la bienvenida en castellano- y a todo el Lunch Team: Danuta, Angelina, Jie Yu, Carina y muchos que me dejo en el tintero.. Ah, y Kanwar, con el que hacía el segundo descanso del día, y la tacita de té a las 3, y Sonia, la única española en la oficina desierta llamada Zone A.
No me puedo dejar a ninguno de mis caseros: Alan y Cathy Hemmings, que tan bien me han acogido y me han hecho sentir como en casa, y a Damian Helme, el emprendedor escocés por excelencia.
A todos los que me habéis visitado estos meses: Rosa, Antonio, Rocío, Paco, Marta, Berta, Alejandro y por supuesto, Inmaculada.
Y por último y no menos (incluso más) importante, a la gran familia que hemos montado en estos tres meses, los Españolitos en Cambridge (por orden de aparición xD): Barbie, Rafa y Borja, Daniel, Susy, Angela y Genís, Alberto, Ángel y Blanca.. Os echaré de menos. Gracias por hacer una familia en otro país, sabéis que tenéis casa en Granada para cuando queráis.
Vuelvo a la normalidad, pero ya siempre será diferente. Gracias a todos.